¿Por qué querría alguien viajar al espacio?

 

 

 

“Estuve presente en el nacimiento de mis tres hijos. Intercepté con mi F-18 un bombardero ruso Bear en las costas de Canadá. Serví a mi país haciendo un buen número de trabajos, incluido el de piloto de caza. Fui piloto de pruebas e hice todo tipo de trabajos fascinantes y desafiantes. Estuve en la estación Mir, estuve en la ISS. Pero nada es comparable con salir al exterior para un paseo espacial. Nada es comparable a estar solo en el Universo: al momento en que te abres la escotilla y te deslizas hacia el Universo (…)

Es como dar la vuelta a la esquina y contemplar la puesta de sol más magnífica que hayas visto en tu vida, de un horizonte hasta el otro en el que parece que todo el cielo está en llamas y todos esos colores y rayos de sol componen una especie de gran pintura sobre tu cabeza. Lo único que quieres es abrir tus ojos tanto como puedes e intentar mirar a tu alrededor y absorber esa imagen. Es así todo el tiempo. O como si la más bella música rellenara tu alma (…)
También es un lugar de trabajo con muchas distracciones. Pero al mismo tiempo te pone a ti mismo en perspectiva porque esa creación humana está justo a tu lado y es grandiosa y naturalmente bella, como la proa del Titanic o algo que te hace comprender el logro humano que significa construir una estructura que nos lleva hasta un lugar donde nunca hemos estado. Pero entonces te das cuenta de que a pesar de que es enorme y potente, es solo una mota de polvo entre lo que está a tu izquierda y todas las texturas y colores que nuestro planeta está derramando a tu derecha. Y tú eres esta pequeña mirilla de un microcosmos entre esas dos cosas, física e históricamente. Y eres consciente de eso durante todo el tiempo. Parece que estoy hablando sin parar, pero eso es lo que se siente durante un paseo espacial. Merece hasta el infinito todos y cada uno de los miles de pasos que cuesta llegar hasta allí”.

-Chris Hadfield, astronauta canadiense. ¿Quién no querria?


Fotos: NASA